La terapia cognitivo-conductual y las terapias de tercera generación, han desarrollado los tratamientos más eficaces para superar los trastornos de ansiedad. Estos tratamientos están basados en estudios científicos sobre psicología.
Te ayudaré a que desarrolles las herramientas y las técnicas que te permitirán superar los problemas de ansiedad. Así podrás eliminar tus dificultades, mejorar tu salud mental y vivir una vida con mayor bienestar.
Tipos de trastornos de ansiedad que tratamos en consulta:
Fobia simple:
Es un miedo exagerado a situaciones concretas u objetos como determinados animales (pájaros, perros), alturas, conducir, volar o viajar en avión, o lugares cerrados. La persona evita sistemáticamente estas situaciones.
Fobia social:
Es un miedo muy intenso a afrontar situaciones que impliquen contacto social, como ir a fiestas, hablar con gente o conocer personas nuevas. El temor básico es el miedo a la opinión que pueden tener los demás sobre uno mismo. Una persona con fobia social puede pensar “qué pensarán de mí”, “quedaré mal”, “voy a hacer el ridículo”. Suelen evitar las situaciones sociales o si no las evitan, las toleran con mucha ansiedad y malestar.
Ansiedad generalizada:
Es la presencia de preocupaciones excesivas, exageradas y continuas de dos o más áreas relevantes de su vida, como que le pase algo grave a alguno de sus familiares, tener problemas económicos, problemas de salud, o problemas laborales. Sienten que están continuamente activados y nerviosos, con presencia de tensión física o muscular, les cuesta dormir o estar relajados y que no tienen la capacidad de desconectar.
Trastorno obsesivo-compulsivo:
Es la aparición de pensamientos intrusivos, imágenes indeseadas y repetitivas que causan un gran nivel de ansiedad y malestar. Las más frecuentes tienen que ver con la contaminación, la comprobación, el orden, la violencia, la salud, etc. Para bloquear o reducir el malestar se realizan las conductas compulsivas o rituales.
Hipocondría:
La persona está convencida de que tiene una grave enfermedad que los médicos no le han diagnosticado. Interpretan sensaciones físicas (por ejemplo ansiedad, dolores de cabeza, manchas en la piel o sensaciones en las articulaciones) como síntomas de una supuesta enfermedad grave, tipo cáncer, tumores, enfermedades degenerativas, etc. Es por ello que llegan a visitar con exagerada frecuencia médicos y hospitales.
Estrés postraumático:
Es un problema de ansiedad que puede aparecer cuando una persona ha sufrido un acontecimiento altamente negativo y extremadamente traumático como un atraco con violencia, agresión sexual, accidente, terremoto o atentado terrorista, entre otros. Las personas reviven mentalmente episodios de tal suceso con ansiedad y alteraciones de su estado de ánimo, suelen tener pesadillas y tratan de evitar cualquier situación que mínimamente relacionen con el trauma.
Pánico- agorafobia:
Sufren ataques de pánico, es decir, oleadas repentinas de intenso miedo junto con sensaciones físicas desagradables de ansiedad elevada (taquicardia, sudoración, mareos, falta de aire, etc.). Junto con esas sensaciones físicas, aparece el temor a que ocurran desgracias muy graves como morirse, tener un ataque al corazón, volverse loco, perder el control, ahogarse o desmayarse. En estas condiciones, la persona quiere liberarse del malestar y su reacción es buscar ayuda como yendo al hospital, al médico o al psicólogo. Algunas personas que sufren este trastorno y debido al miedo tan intenso a sufrir estas crisis, evitan situaciones donde pueda volver a ocurrir o sea difícil o socialmente embarazoso conseguir ayuda y/o escapar (agorafobia).